Mantener un edificio fresco durante el verano, será posible sin necesidad de aire acondicionado
Nadie duda que los aires acondicionados son de esos electrodomésticos que ofrecen grandes ventajas, sobre todo cuando se vive o se trabaja en ciudades muy calurosas. La verdad es que se trata de un invento que ayuda a soportar altas temperaturas, que en algunas zonas del mundo puede llegar a superar los 40°C; sin embargo, tampoco podemos perder de vista que se trata de un aparato que es contaminante y que además consume bastante energía.
Muchos científicos se han dado a la tarea de buscar alternativas que superen al aire acondicionado en efectividad y que además sean amigables con el medio ambiente. A continuación, te comentamos sobre una alternativa que podría ayudarnos a reducir varios grados de calor y que sorprendentemente está fabricado con un material que todos tenemos a la mano.
Llamado “Papel refrigerante”
Todo se lo debemos al profesor Yi Zhen, de la Universidad de Northeastern, en Boston, quien durante años se ha dedicado a buscar una alternativa segura para lograr enfriar nuestros hogares sin necesidad de encender un aire. Lo llamó “cooling-paper” que en español sería “papel refrigerante” y es capaz de mantener fresca una casa o edificio sin necesidad de recurrir a la energía eléctrica.
Hecho de papel común
El papel refrigerante no solo nos deja con la boca abierta por estar hecho a base de papel común, sino que también tiene un bajo costo si se compara con todo el gasto relacionado a un aparato de aire acondicionado.
Gracias a la “microestructura porosa de las fibras naturales” de este material es que se logra reducir el calor y expulsarlo del edificio o la casa. El profesor Zheng dice que con su equipo utilizaron una licuadora normal para hacer el papel en pulpa y posteriormente lo mezclaron con el material del que esta hecho el teflón.
Pensado para una casa convencional
El papel refrigerante inicialmente estaba pensando para ser usado en techos o terrazas de viviendas comunes, logrando reducir hasta 12 grados la temperatura interna de la casa. Sin embargo, ha sido tal el impacto de este invento, que se está viendo la posibilidad de incluirlo en los materiales de construcción de los edificios más grandes.
La desventaja
Aunque los beneficios de este papel son evidentes, todavía surge la duda de cuán resistentes pueden ser; ya que al estar sobre los tejados de las casas debería ser capaz de soportar el clima exterior como el viento, la lluvia, exceso de sol, o incluso en algunos países la nieve y el granizo. Si no resulta muy resistente significa que deberá cambiarse con mucha frecuencia, lo cual podría resultar insostenible para muchos.