Habrá menos luz y este día será el inicio del invierno.
Un fenómeno astronómico será el responsable de que tengamos el día más corto del año. Y no, esto no significa que el próximo 21 de diciembre habrá menos horas o que el día pasará más rápido; sino que el sol saldrá mucho más tarde y se ocultará más temprano, por lo que tendremos menos horas disponibles de luz natural.
Esto se debe al solsticio de invierno, que sucede cuando el sol se encuentra en su punto más bajo en el horizonte, dando inicio a la época más fría del año: el invierno. Sin embargo, experimentar este fenómeno va a depender de la posición geográfica en la que nos encontremos; ya que en el hemisferio norte el día más corto lo tenemos en diciembre; en cambio en el hemisferio sur se produjo el 21 de junio.
Aunque este día suele pasar inadvertido para la gran mayoría, si ponemos atención vamos a notar que amanecerá más tarde de lo habitual y cuando nos demos cuenta, comenzará a anochecer antes de las seis de la tarde. En este Claro Blog te damos más detalles de este evento que sucede sola una vez al año.
Solsticio de invierno
Sabemos que la tierra gira en una órbita elíptica, por lo que hay un momento en el que el polo norte está más alejado del sol; esto se denomina solsticio de invierno y significa que los rayos solares inciden en la tierra con un ángulo menor, dando pocas horas de luz solar.
Días cortos y días largos
Para la época de verano, el Polo Norte está inclinado hacia el Sol, lo que significa que los rayos solares inciden en la Tierra, traduciendo esto como días más largos y más horas de luz solar. Sin embargo, durante los meses de invierno, el Polo Norte está inclinado en dirección opuesta al sol, lo que provoca días más cortos y por ende menos horas de luz solar, haciendo que los días se sientan más cortitos.
El solsticio de invierno marca el comienzo del invierno en el hemisferio norte y del verano en el hemisferio sur.
En algunas culturas celebran esta fecha
Este acontecimiento es muy importante en muchos lugares del planeta. Algunas culturas como la nórdica, la celta y la china, celebraban esta temporada como una época de renovación y renacimiento. En la actualidad, algunos siguen celebrando el solsticio de invierno como un momento de reflexión y renovación espiritual, abriendo espacios para la meditación, el agradecimiento y la buena vida.