Vivimos en un mundo en el que estar conectados a internet es indispensable, y el internet de las cosas está orientado precisamente a eso.
¿Has escuchado sobre IoT? Si no sabés qué es, te recomendamos seguir leyendo. Desde hace unos años hemos visto y experimentado cómo ha venido evolucionando la tecnología y cómo hemos pasado de tener simples celulares para hacer llamadas, a tener móviles que se convirtieron en el centro de mando de muchas de las actividades de nuestro día a día.
Más del 66% del mundo se conecta diariamente a internet y gran parte de los usuarios cuentan con un smartphone o con conexión residencial, por lo que la conectividad ha pasado a ser una cuestión cotidiana. Esta interconexión en la que actualmente vivimos dio paso a la tendencia llamada “Internet of Things” (IoT), conocido en español como el Internet de las Cosas.
Un concepto intangible
El Internet de las Cosas es la interconexión entre dispositivos tecnológicos, las personas y el internet como tal. Esa combinación permite el funcionamiento perfecto del IoT, es decir capturar información, descubrir patrones, tomar información y generar experiencias para las personas.
Dicho de otra manera, el IoT es la conexión que existe, por ejemplo, entre tu smartphone y tu Smart TV; o bien, si desde tu móvil controlás la iluminación de tu hogar, el portón del garaje, el aire acondicionado, un parlante de música o incluso tu vehículo. En todos los casos anteriores estás experimentando el Internet de las Cosas.
Conectividad para funcionar
Los dispositivos Smart se conectan entre sí a través de Bluetooth, WiFi, etc., este proceso se denomina “máquina a máquina”, lo que permite funcionen sin necesidad que el usuario mueva un dedo. Uno de los ejemplos más claros del funcionamiento del Internet de las Cosas es Siri, un altavoz inteligente de Apple (o Alexa de Amazon), los cuales se conectan a la red, obtienen información del usuario, proceden a conectarse con otros dispositivos e interactúa controlando al resto con solo una orden de voz.
Autos automáticos son
El potencial
Los automóviles autónomos se perfilan como el futuro de la conducción, y es que presentan un gran potencial para desarrollar el Internet de las Cosas. Se espera que, en los próximos años, más compañías de autos incorporen los avances tecnológicos para la fabricación de vehículos cada vez más autónomos, que puedan identificar posibles accidentes y prevenirlos.
Así que, resulta evidente que, a medida que pasa el tiempo, el Internet de las Cosas abarcará más objetos para realizar acciones de forma independiente, que faciliten aún más la vida del ser humano.