Formar parte de un programa de voluntariado es una de las mayores pruebas de bondad que alguien puede tener
Ayudar a otros es parte de la naturaleza humana. Desde niños aprendemos que cuando dedicamos tiempo y esfuerzo en cambiar la vida de otras personas, contribuimos a mejorar un poco el mundo. Sin embargo, cuando ya de manera consciente nos involucramos en proyectos de voluntariado en diferentes organizaciones, empresas o centros educativos, la satisfacción personal es todavía mayor.
Ser voluntario va más allá de cualquier interés personal, ya que le damos a la comunidad horas de trabajo, sin esperar una retribución monetaria. Lo que se recibe a cambio es la experiencia y la satisfacción de llevar felicidad a otros. Es por eso, que para reconocer esta gran labor que muchos realizan en favor de causas sociales y ambientales, cada diciembre se celebra el Día Internacional del Voluntariado. En este Claro Blog, nos unimos a festejar esta efeméride reconociendo las buenas acciones que se realizan en todo el mundo e invitándote a sumarte a alguna de ellas.
Desde 1985
El 17 de diciembre de 1985 la Asamblea General de las Naciones Unidas invitó a los gobiernos del mundo a celebrar cada 5 de diciembre el “Día Internacional de los Voluntarios” y los exhortó a adoptar medidas para que se tuviera más conciencia de la importancia de la contribución voluntaria, estimulando así a más personas a ofrecer sus servicios.
Esta efeméride reconoce la labor de los voluntarios, para contribuir a lograr los objetivos mundiales que en la actualidad son metas de desarrollo sostenible, contribuyendo de esta manera a la paz y el progreso del mundo.
No es tarea fácil
Ser voluntario no es fácil, pero si es una tarea que causa satisfacción y felicidad. Aquellos que tienen la oportunidad de formar parte de algún proyecto de voluntariado están claros de que son jornadas cansadas que muchas veces se extienden hasta caer la noche; pero que la mayor recompensa se encuentra en el rostro de las personas que están siendo beneficiadas con su contribución.
¿Te gustaría ser voluntario?
Para ser un voluntario lo primero que necesitás son las ganas de ayudar, la empatía de compartir y el entusiasmo para dar lo mejor durante el proyecto. Debés tener claro en qué tipo de proyecto te gustaría sumarte: ya sea apoyo a la comunidad, protección animal, causas sociales o bien proyectos enfocados en la preservación del medio ambiente. No dudés en buscar en las universidades, ONG, iglesias o en empresas como Claro Nicaragua que tienen programas que promueven el trabajo voluntario de sus colaboradores e incluyen también a la comunidad.