La necesidad de contar con aire más puro ha hecho que la tecnología salga en defensa del medioambiente
Cada vez son más las ciudades que, dentro de su planificación urbana, están intentando darle mayor lugar a la naturaleza, para llenar de áreas verdes las selvas de concreto en las que se han convertido y tratar de revertir el impacto que las actividades humanas generan en el medioambiente.
Belgrado, la capital de Serbia, es un ejemplo de esta iniciativa. La ciudad está ubicada muy cerca de dos centrales eléctricas de carbón, por lo que sus niveles de contaminación son muy altos y, como el diseño de la ciudad impide que se puedan sembrar árboles reales, han recurrido a la biotecnología para crear “árboles líquidos” y así solucionar el problema.
Purificador del Aire
Conocidos como Liquid 3, estos árboles líquidos se ven como un pequeño acuario de cristal color verde. Están llenos de cerca de 600 litros de agua y contienen microalgas dentro de ellos. Su principal objetivo es capturar el dióxido de carbono en las zonas urbanas donde no se pueden sembrar árboles reales, ya sea por falta de espacio o por niveles elevados de contaminación.
Estas microalgas tienen la función de realizar un proceso de fotosíntesis y logran captar tanto CO2 como lo haría un árbol adulto y, además, libera tanto oxígeno como 200 metros cuadrados de césped.
Fueron tan bien diseñados, que logran complementarse con el ambiente urbano en el que fueron colocados y tienen utilidades adicionales como bancas donde se puede pasar un tiempo con amigos, e incluso cargar el celular.
Fácil darles mantenimiento
Así como un árbol real a los que debemos podarlos y ponerles abonos, estos árboles líquidos también requieren de cierto mantenimiento para que continúen su función de purificadores de aire naturales. Los equipos especializados en Liquid 3 señalan que basta con retirar la biomasa creada por las algas cada seis o siete semanas, cambiar el agua y agregarles minerales para que las algas sigan creciendo indefinidamente.
Otro gran beneficio es que funcionan alimentados por energía solar; sin embargo, en las épocas de invierno, pueden conectarse a la corriente eléctrica y así funcionar perfectamente durante todas las estaciones del año.
“Plantarlos” por todos lados
Este es un proyecto importante en Serbia, y se piensa que se podrían plantar al menos 40 árboles anuales para lograr instalarlos en otras ciudades y próximamente expandirlos en el mundo. Por otro lado, este proyecto busca promover el diseño e innovación en tecnología sostenible, brindándole una nueva oportunidad a espacios urbanos donde la naturaleza había perdido protagonismo.